DHPC (Desarrollo Hipócrita del Pensamiento Cooptado)

 Por: Oscar Alberto Pérez Flores

“Intentar despertar a los ciegos con oídos sordos es perpetuar su ceguera”.

“Sapre aude”, atrévete a pensar es la doctrina Kantiana de la revolución Francesa, estandartes del pensamiento han existido desde el inicio de la tradición occidental, Sócrates postuló la formación del criterio propio en lugar de la doctrina, a más de dos siglos, oleadas de científicos sociales y pedagogos; consientes de la infantilidad mental pugnan por una “Educación Liberadora”.

Entre los reformados planes, las instituciones educativas implementan clases de valores o ciudadanía con poco entusiasmo. Resultando en las mismas generaciones de ciudadanía apática, una habilidad practica impartida con palabras.

DHPC, o Desarrollo del Pensamiento Complejo, es una webonsisisma materia creada ente las nuevas necesidades y planes pedagógicos de la Burocrática SEP. El objetivo: enseñar a los estudiantes habilidades criticas junto a hábitos que les permitan ser mejores estudiantes y crear sus propios pensamientos.

 Autores como Edgar Morín o Horkheimer han buscado y vanagloriado estas formas de pensar, hablan sobre todos sus beneficios ….  Ser crítico, pensante, diferente… perder 5 tallas en una semana, y volver con tú Ex.

Mientras todos los autores convulsionan en la magnífica y liberadora forma del pensamiento; hay un menester sobre la misma: ¿Cómo hacerlo?

Imaginemos lo siguiente: En una clase de diseño automotriz, los profesores prometen el ensamble, diseño y reparación de motores.

-Profesor, quiero aprender a diseñar motores

-El automóvil es el invento más grande de la historia

-Concuerdo, ¿Cómo lo diseño?

-El Diseño automotriz es muy sofisticado

-¿Y que voy a aprender?

-Con la guía de 500 páginas tendrás toda la teoría del automóvil

-No hay prácticas en esta clase?

-No.

Al final, solo entrego un reporte de la guía y nunca ensamblo un motor, ahora con su título podrá impartir clases de diseño automotriz.

Peor aún, ¿Qué entiende el docente por pensamiento? Quis custodiet ipsos custodes? (Quién vigila a los vigilantes). El pedagogo termina autonombrándose Gurú y maestro, bajo sus ideas cortas y pasiones intelectuales, en una despótica percepción de su persona y conforme a los alumnos. Habla doctrinariamente tal párroco frente a la masa; en verborreas interminables sin sentido ni lógica. Pues lo que él entiende lo que es el pensamiento es lo que da y como él, como el traje nuevo del emperador, nadie señala sus errores o boberas ante el miedo a la coerción. Genera lo contrario a lo que pretende enseña.

Profesores que ponen la venda en sus estudiantes, venda de su color propio. Ante su ceguera se complacen. A la duda y cuestionamiento se le castiga con el fervor más religioso en un a practica coercida comprometida a callar las dudas en la antítesis del objetivo: De dudar y pensar a callar y aceptar.

Ante el conocimiento fragmentado, la pseudo ciencia una vez más toma su lugar vislumbrando los límites de su disciplina. O de afirmaciones pomposas.