La dieta mexicana o ¿Por qué estamos tan puercos?

Por: Oscar Alberto Pérez Flores

 La sociedad mexicana es un matriarcado por momentos sometidos a un patriarcado que va a comprar cigarrillos y no vuelve. Como tal, enseña cosas nada prácticas, y sus prácticas, con todo el amor y gracia que las imparten, solo joden: La fe católica, el celibato hasta el matrimonio; ver la Rosa de Guadalupe…o…. el caso que nos ocupa. Comer hasta saciar; mejor conocido como: llenar el intestino grueso de puro migajón.

El plato frente a nosotros, servido en el hogar o una fonda económica, se caracteriza por carbohidratos, carbohidratos y también carbohidratos. Empezando por tortillas, siguiendo por frijoles, por ultimo arroz o cualquier caldo grasoso con extra grasa conocida como Knorr Suiza (el original o de imitación).

En la mesa, el infante se sienta, le sirven un plato más grande que él, se come el contenido. Repite esto 3 veces al día por 20 años y tienes un gordo con dependencia a la comida. Repítelos otros 20, lo que te da es un diabético. La comida chatarra es la menor de las preocupaciones sanitarias cuando eres castigado por no terminar el plato: Ingesta calórica de adulto en cuerpo de bodoque.

Según la sapiencia nacional, todo lo que quepa, va pa adentro y todo lo que está adentro es bueno. No puedes repetir el ciclo otros 20 años, pues, el ahora mórbido anciano, solo aguanta otros diez, fallece víctima de un infarto y todos preguntan. ¡¿Por qué?!.

El homo esteticus- Gimnasticus es una nueva camada generacional influenciada por la idea de la estética occidental. Pocas de estas sobreviven a los primeros pasos del fisicoculturismo, solo entran al proceso de pagar cuota e inscripción al gimnasio, dejando morir su dinero ante la pereza. O con voluntad y disciplina pétrea alcanzan el cuerpo de Atlas con la cara de Nezahuachototl. La baja comprensión del culturismo resulta en consumos altos de suplementos alimenticios en lugar de llevar una dieta adecuada; ramplazando la comida como comer menos.

La dieta resulta un concepto tan alienígena para las abuelas, como el sexo con condón. Lo que no entienden lo clasifican con sus limitados conocimientos, una dieta ligera, es sinónimo de Bulimia o cualquier otro trastorno.

Aparte de explicar nuestra antiestética panza o longitas, es un forma de ver el choque generacional de personas educadas por la cultura (Abuelas) luego la televisión ( madres) y por ultimo deformados por el internet( nosotros). Sí nos comiéramos una tortilla más evitaríamos hacer llorar al matriarcado mexicano. ¿O quizá ya es mucha mamada?