México no merece un Ochoa Reza

Por: Carlos Ocelotl

Nuestro chocante busto deforme y parlante de Mr. Bean, el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza ha resultado ser un personaje en la política mexicana tan demagogo, soberbio, pedante, que incluso lo puedo llegar a odiar más que a Peña Nieto, ya que este último al menos me hace reír con su estupidez natural, pero Ochoa Reza ni eso, solo sabe escupir estiércol y para variar, no varía el discurso.

Una de las frases más usadas por este personaje político es sin duda la siguiente: “México no merece ser una Venezuela”, y he dejar una cosa enclaro, yo no apoyo a Andrés Manuel López Obrador, los motivos los explicare en otro momento, pero pretender hacer una obscena comparación entre AMLO y Nicolás Maduro, es cualquier cosa menos una afirmación previamente analizada de estos 2 sujetos.

Hay un motivo por el cual repite mucho estas palabras, el discurso y comportamiento de AMLO es asemejado y fácil de tergiversar al de los líderes comunistas, ¿Qué es lo único que tiene que hacer Ochoa? Inyectar miedo, para así crear especulación en torno al peje y la gente prefiera prevenir una posible “dictadura comunista” y una segunda revolución armada.

Hay de antemano severas consecuencias por los comentarios de Ochoa y que por lo visto no se ha puesto a reflexionar o en el peor de los casos le valgan madre, por ahora solo pondré sobre la mesa 2: a pesar de la horda de violencia que azota el país, los mexicanos inconscientemente lo último que quieren es una guerra civil que termine de fragmentar la ya de por si débil unión federal, esto es mera especulación pero no por eso es imposible, en caso de que AMLO si este loco, se estaría evitando una guerra civil, pero en caso de que no, la gran consecuencia se encontrará en la cabeza de la ciudadanía, la cual con tal de evitar un

derramamiento de sangre aun mayor, han de temer a los “discursos radicales” que desde mi punto de vista, hacen tanto falta en este país, casi todo los políticos actuales en México solo saben seguir tendencias

políticamente correctas que solo nos estancan más, enfrascándonos en pleitos tercos y permitiendo que la otra cara de la política, los “dinosaurios”, sigan haciendo de las suyas manteniendo este sistema de cacicazgo y estado improvisado.

Vamos con los problemas que implicarían al presente, los comentarios de Ochoa Reza han traspasado fronteras y por obvias razones al gobierno venezolano no le gusta, tanto así que para “callarnos la boca” (efectivamente el comentario de uno nos arrastra a todos) buscan llevar el caso Ayotzinapa a corte internacional, por una parte esto puede ser bueno ya que en una de esas tal vez veamos más ratas tricolor pisando la cárcel, pero por otra parte ensucian la imagen del país aún más, los 43 normalistas están muertos, ya no hay nada que hacer, solo son un símbolo útil para cualquier político, desde hacer uso de sus muertes como estandarte de lucha social hasta como archivo expiatorio para restregar el fracaso del estado mexicano, lo que está haciendo Venezuela en respuesta a un palero que se está llevando al país entre las patas con tal de intentar defender a su partido corrupto.

Ochoa Reza y de hecho cualquier político, debe cuidar lo que dice y hace ya que es el reflejo de los demás ciudadanos de un país, AMLO está muy lejos de ser un Pedro Kumamoto, pero el “nuevo” PRI está muy lejos de ser AMLO.

Pretender minimizar todo un expediente a reventar de corrupción con un “México no merece ser una Venezuela”. . .

México no merece un Ochoa Reza.