10 de Mayo

Para Chelo Arias  

Ser mamá no es solo dar a luz a un pequeño, ser mamá es la dicha que ese pequeño ser te da al cambiar tu vida, a través de ese vínculo que genera el tener en tus brazos una vida. Algo que prácticamente se vuelve tan tuyo que no quieres que nada malo le pase. Ese ser te hace sentir todas las emociones que se puedan imaginar. Ser mamá
es ser la heroína, roca, la que encuentra todo, la que se vuelve enfermera, maestra, entrenadora, jugadora de cualquier deporte, psicóloga, consejera bueno ¡mejor que una Barbie girl!.

Pero ¿de dónde vienen los origen de esta celebración?.  Esta se remonta más allá de lo que imaginamos, a los tiempos de los antiguos dioses griegos, donde se hacía una gran celebración en honor a Rea, la madre de los tres olímpicos: Zeus, Poseidón y Hades. Se hacían danzas y se ponían cestos con flores blancas en honor a la diosa.

También por el lado religioso, los católicos celebran a la Virgen María, la madre de Jesucristo, en donde los fieles ofrecen cantos y flores para que los cuide y proteja,  en ella encuentran el ejemplo de lo que llamamos madre.

En 1870, July Ward  Howe instituyó que se celebrara a las madres en casi todo el mundo.

Aquí en México, casi cerca de los 90 años, el fundador de un periódico muy conocido, estableció que el 10 de mayo se celebrará a las mamás para agradecerles todo su tiempo, amor y dedicación.

Es así que con el paso del tiempo, el día de la madre ha ido evolucionado regalando desde objetos “para que no se canse tanto”, o sea, su lavadora, su plancha, su estufa, hasta ropa, un buen desayuno en la camita, un día en que los hijos hagan la casa, y sin lugar a dudas y lo más hermoso, ver a tus pequeños disfrazados, bailando, cantando y haciendo todo lo que las maestras con esfuerzo y dedicación ofrecen para que ese día,  las lagrimas corran por nuestras mejillas al ver a nuestros hijos dándonos un homenaje.

Por el gran esfuerzo que otorgan estas guerreras al mundo, el grupo de Visionarios queremos agradecer a todas las mamis que nos rodean, en especial las de nosotros, porque por ellas somos los adultos comprometidos, responsables y amorosos.

En mi caso particular, quiero dirigirle estas pequeñas a mi madre:

Mamita hermosa eres la mujer en la que muchas veces me he querido convertir, por tus ganas de luchar día a día, porque me enseñaste a ver siempre el lado positivo de las cosas. Me mostraste que hay que tener fe para mover montañas y nunca darse por vencido.

Gracias mamita por existir y porque siempre seré tu pequeñita, siempre te voy a necesitar, eres mi fortaleza.

Te amo.