Tal parece que los inmigrantes son ahora la lepra de este siglo

Por: Nemy L. Bonilla Cáceres y José Loeza Zapata

El esperpento ruido de pueblos siendo tragados por el Egeo, el estruendoso bramido de los explosivos resuenan en el Zoco-Al Medina todo esto acompañado de migración de cerebros,  una Odisea ultramoderna, pero lo único que ellos quieren es regresar a donde pertenecen, no quieren morir en costas turcas o del mediterráneo.

Están solos, su misma gente se volvió en contra de ellos, el dinero pesa más que los cuerpos, la amapola y el petróleo son las deidades contemporáneas, mientras que el hombre masa se sienta a grabar videos de como mueren sus iguales. para después postearlo en las redes sociales y exigir algún cambio.

Tal parece que el sol brillara solamente para los privilegiados;

¿quién se atreverá a ser la Atenea de esta historia?

Pero hemos destruido cada parte de humanidad, ha renacido como el Fenix de las cenizas ese discurso xenófobico y racista que no rompe fronteras sino que las fortalece , las llena de odio y las prepara para encender fuego... 

Te da miedo Venezuela, pero eres tan indiferente a los niños bombardeados sin brazos, a las mujeres lastimadas por el ácido, sin oportunidades de estudiar, mutilando sus genitales. 

Donde en Africa no hay salud, educación, DERECHOS, buscando una nueva vida, en el que sino saltan alto, son maltratados, encarcelados en condiciones deplorables , y si es lo suficientemente alto, no hay trabajo no hay hogar. 

Si Dios existe no me hizo prisionero de un país, me hizo libre. 

Si Dios existe ...