Random Posts

Espanta-ratas

 Por: Carlos Ocelotl
Es momento de quemar otro estandarte, el cual resulta tan elemental en la teoría como inútil en la práctica cuando este se encuentra corrompido, se está hablando nada más y nada menos que del Estado.
El Estado debe cumplir tareas específicas más allá de succionar impuestos, la principal obligación del Estado consiste en garantizar seguridad y orden en el territorio que le corresponde, de no ser así, entonces ¿a qué se dedica?
Llevemos el asunto a nivel local, en Puebla se vive una crisis en materia de seguridad invisibilizado para el exterior con una rueda de la fortuna sacada de la rifa del tigre entre otras estupideces, tenemos desde el asunto de los huachicoleros hasta el tema central de este texto: asaltos en el transporte público y demás.
La semana pasada un familiar mío sufrió un atraco de este tipo junto con aproximadamente 25 pasajeros más, el autobús fue asaltado por 5 individuos armados con pistolas y empezaron a amenazar a los pasajeros, llevándose todo aquello de valor; posteriormente unos conocidos me platican acerca de un joven asesinado en un asalto al tratar de defender a una señora con un bebe, y así las historias de la ruta 3, ruta azteca, la 27a, la 72, la 68, el Puebla - Cholula, etcétera.
En diversas colonias de la ciudad donde la delincuencia se ha vuelto más organizada y por ende más descontrolada, los ciudadanos han empezado a “partir madres” a aquellos rateros capturados in fraganti, desde un robo a tienda hasta la captura de asaltantes del transporte público cuando se tiene la oportunidad, han subido videos y por supuesto, la mayoría de la gente apoya esta causa.
Y todo esto ¿Por qué ha sucedido? Esta clase de pregunta solo puede ser planteada por un pelmazo conchudo como lo es el secretario de seguridad pública del Estado de Puebla, Jesús Morales Rodríguez tiene el suficiente cinismo para declarar ante prensa cosas como “no dejarse manipular y provocar una situación que se salga de control” o “detrás de esa convocatoria al linchamiento está una clara intención de provocar inestabilidad social”.
Hay que recalcarle una cosa muy clara al señor secretario “Orate” Morales: el deber de otorgar seguridad es del Estado, no del civil, y si el monopolio legítimo de la violencia no es capaz de garantizar orden, entonces ¿Quién?; la “justicia por mano propia” es justificable cuando la misma legitimidad no otorga justicia.
Las funciones del Estado se pueden ejemplificar con la de un espantapájaros, este ente de paja y ropa vieja tiene la tarea de espantar a los cuervos para evitar que estos se coman el maíz del granjero, pero si el espantapájaros no asusta, entonces ¿para que tomarse la molesta de levantarlo en medio del maizal?
Es evidente que en Puebla se ha desencadenado una plaga de rateros, por ende, urge un Espantaratas de verdad, a nosotros los pasajeros del transporte público no asustan las pistolas, por algo los criminales las usan, pero. . . si en la ruta que viajemos hubiera un policía armado pero discreto que le reviente una bala en el cráneo al primer asaltante en subir a la unidad ¿los demás ladrones no se asustarían? El Estado lo puede hacer, ya lo dije anteriormente, es el monopolio legítimo de la violencia, ¿porque no matar a un delincuente que solo genera sufrimiento y carencia?
Este nada innovador Espantaratas que ya ha sido probado clandestinamente  en Veracruz y el EdoMex pareciera “asustar” más a los falaces de Derechos Humanos ya que según ellos, así no se le debe tratar a huevones gandallas sinvergüenzas e inclusive asesinos.
Se entiende que haya excepciones de gente realmente desesperada que hasta por un bolillo te incrustarían un trozo de vidrio en la carne sin antes rogar por él, pero aquí se está hablando de crimen organizado, gente sin escrúpulos que cree en el dinero fácil a costa del trabajo honrado ajeno, el Espantaratas es garantía de que el delincuente reflexione más de 2 veces antes de cometer un asalto, ya que esta decisión podrá costarle la vida.
Si el índice de inseguridad se ha incrementado estrepitosamente es porque el delincuente no tiene miedo a la ley o algún otro impedimento para sus viles actividades, sea el Estado o la ciudadanía, aquí hace falta infundir miedo en aquellos que se aprovechan de los temerosos.
Dirán que este planteamiento es radical, efectivamente. . . una pistola apuntada en la dirección correcta puede evitar que otra pistola apunte en la inocencia.
Espanta-ratas  Espanta-ratas Reviewed by El Visionario MX on Rating: 5

No hay comentarios.

Recent Posts

Featured