Meade va por la grande

José Antonio Meade Kuribreña, actual Secretario de Hacienda y Crédito Público, es un claro perfil del PRI para la Presidencia de la República en la contienda del próximo año.  El “Itamita” de 48 años, tiene el perfil que el país requiere para enfrentar los retos del futuro: ha demostrado eficacia como “tecnócrata” en los puestos que ha detentado, como titular de la Secretaría de Energía y de SHCP en la administración de Felipe Calderón Hinojosa, y en la administración de Enrique Peña Nieto como Secretario de Desarrollo Social, Relaciones Exteriores y repitiendo en SHCP actualmente; además, su estatus respecto a su afinidad a un partido político fue hasta hace pocos días conocida, al declarar que “Es mucho lo que el país le debe al PRI”,  en el marco  de conferencias  en el ICADEP nacional del Partido Revolucionario Institucional, siendo que esta declaración tampoco dice mucho, pues no se ha afiliado a ningún partido político.

Los cambios de la XXII Asamblea Ordinaria del PRI en el mes de agosto, dieron como resultado que se quitara el candado estatutario que pedía 10 años mínimos de militancia para aspirar a la contienda por la presidencia y el haber obtenido un cargo de elección popular anteriormente. Estos cambios, fueron una clara señal que desde Los Pinos se ve con buenos ojos la llegada de Meade, respaldado por la cúpula en CEN del PRI. Además, la misma condición que podría ser una desventaja respecto al voto de la militancia, es una ventaja en lo referente al resto de la ciudadanía: un candidato no salido de las filas del instituto político, sin carrera partidista; dado que los diversos estudios de opinión pública y cultura política informan de un descredito elevado de los partidos políticos respecto a la ciudadanía y el perfil de Meade es uno muy ciudadano.

Otra ventaja que tiene es que hasta hoy no se ha visto envuelto en escándalos de corrupción o de cualquier índole, siendo sus gestiones al frente de diversas secretarías de Estado libres de algún tachón en su expediente, aunque hay quienes opinan que hay una complicidad mutua para no dar a conocer desvíos y desfalcos entre él y Videgaray, quien ocupó SHCP en el pasado inmediato de Meade.

Un escenario adverso se viene para el PRI y la partidocracia en general, la confianza que ha perdido y desgastado en PRI en más de 76 años de gobierno acumulado hasta hoy requieren de frescura, renovación y de perder los viejos hábitos que lo mantienen hoy en el sitio en el que está. Meade, con los argumentos anteriormente mostrados, parecería ser la opción más razonable para los comicios del año entrante. Habría que ver el próximo viernes cuál es el método que decide el PRI para seleccionar a su candidato. Hasta entonces, la terna divida entre Narro, Videgaray, Chong y Meade se mantiene a la expectativa.