El juego de la Educación

Por: Susana Aguilar Arias "Agassy"

El que tu hijo vaya a la escuela, es algo muy lindo para los padres, ya que demuestra que su pequeño ya adquirió la edad reglamentaria para aprender, convivir, comportarse y soltar a mamá. A muchos que añoramos esos años de infancia, nos demostró que fue la etapa más linda, sin grandes preocupaciones más que hacer tareas, pasar el examen y ¡chin! los nervios en las firmas de boletas.

Lo paradójico de esta situación es que en la escuela, si bien la enseñanza pública es “gratuita”, te sacan un ojo de la cara con tanto material, que a veces, cuesta más que la despensa de la casa. Gastamos qué en los festivales (a veces no hay ni mamás a quien festejar), qué en faenas, convivios y cuanta cosa se les ocurra, y todo para que nuestros hijos "saquen dieces" y tengan un "futuro prometedor".

Esta pandemia nos agarró con los calzones abajo. La solución para las escuelas ante el COVID 19 fue: ¡Uy que chido, los profesores darán sus clases en línea! ¿Y si el profe no tiene las herramientas necesarias para ello? ¿O un celular tablet de alto rendimiento? ¿Qué tal y si ni siquiera tienen internet y antes iban a un Cyber Café? Pues es hora de que la SEP se ponga las pilas y apoye a los maestros, les otorguen recursos y herramientas tecnológicas, pues en este momento, las plataformas son un recurso indispensable para la educación.

Y más allá de todos estos recursos tan modernos y tecnológicos ¿qué es lo que aprendemos en las instituciones de educación?

¿Se han puesto a analizar que la escuela nos prepara para un futuro en empresas y fábricas? Nos enseñan a ser empleados y profesionales que no ejerzan su carrera, todo es mero compromiso, un mero trámite.

Si tan solo nos dejarán cuestionar, filosofar, resolver problemas, mostrarnos que podemos, que tenemos la capacidad de emprender, crear, realizar y soñar, muy probablemente el sistema educativo sería de primer nivel, sin embargo, es frustrante ver cómo la tecnología ha evolucionado y el sistema educativo tiene la misma modalidad.

Canciones como The Wall de la banda Pink Floyd, es un llamado a algo que en Mexicanolandia lo llamamos “nadie experimenta en cabeza ajena”.

Levantemos la voz. Dejen que sus pequeños puedan cuestionar, ya que si bien es muy digno y necesario el papel del maestro (que de hecho, en esta cuarentena ya se dieron cuenta varios padres que sus "monstritos" son bárbaros y no es que le caigan mal al profe) en las casas hay muchas cosas que deberíamos enseñarles, no hay que tener miedo. Qué bueno sería también, que el maestro analizara la capacidad de cuestionamiento de sus  alumnos y así, es un hecho que ambas partes saldrían aprendiendo

Sin temor a equivocarme, puedo decirles que prefiero a mi hijo siendo exitoso en su propia empresa, que a mi hijo exitoso trabajando para una empresa.